EL PRESENTE, UN PROCESO CONSTITUYENTE SINGULAR PARA CHILE
CONTEXTO HISTÓRICO
En el devenir histórico de
nuestra nación-país independiente, hemos tenidos a lo largo de 210 años, varios
Estatutos, Reglamentos y Cartas Constitucionales, algunas de corta duración y
sólo tres que han permanecido largos períodos, destacándose la Constitución de
1833, denominada la Constitución
Conservadora, que estuvo en vigencia hasta 1925, ósea 92 años y en su periodo
hubieron 3 revoluciones y varios cambios de gobernabilidad, pasando por
periodos de Gobiernos Presidencialistas y desde la revolución de 1891, en periodos Parlamentarios, en que el ejecutivo
lo dirige un Presidente, pero debe contar con la anuencia e intervención del
Parlamento.
La evolución mundial, con la consolidación del
Liberalismo, aparición del Marxismos y la Doctrina Social de la Iglesia
(Católica), que se manifiesta en Chile, a principio del Siglo 20, en la
irrupción de las clases populares, y la
denominada la Cuestión Social, período que se caracteriza por grandes
movilizaciones sociales, las cuales son sofocadas a sangre y fuego, en Masacres; entre 1900 y 1925, se ejecutan al menos
8 masacres de trabajadores (con muertes contadas en al menos 3 de ella, por
miles). En este contexto hubo por primera vez
la iniciativa de parte de trabajadores e intelectuales, por generar una Constitución que tuviera su
origen en una Asamblea Constituyente o "Constituyente Chica", la cual tuvo lugar en Santiago
de Chile entre el 8 y el 11 de marzo de 1925, y que perseguía representar más
efectivamente a la población que vivía en este Estado Nación, dado que nuestra
vida política era bastante deficitaria, debido que a esa altura, sólo tenían
derecho a voto los hombres mayores de 21 años que supieran leer y escribir,
razón por lo cual quedaban excluidos mas del 50% de la población susceptible de
formar parte de la Ciudadanía.
En esas condiciones la Élite
Político/Militar/Empresarial, desecharon la propuesta de la “Constituyente
Chica” y elaboraron la Constitución de
1925, con una Comisión Constituyente nombrada directamente y a dedo por el Presidente de
la época Arturo Alessandri Palma,- para conocer de un texto presentado por el
mismo- este proceso se realizó entre Abril y Julio de 1925, y ejecutado por una
subcomisión de 13 personas, presidida por el propio Alessandri. El texto
elaborado de esta manera fue publicado los primeros días de Agosto,
plebiscitada el 30 de dicho mes y promulgada el
18 de Septiembre. Esta Constitución estuvo vigente hasta 1980, sólo en
la década de 1950, la mujer fue integrada a la Ciudadanía y sólo para la
elección presidencial de 1958, se realiza con participación de la mujer y
cédula única, lo que permitía terminar con el cohecho y el acarreo de
electores. Todos conocemos el origen de la Constitución de 1980, que se elabora
y promulga bajo la Dictadura, por lo cual se puede concluir que nunca hemos
tenido una Constitución, que se pueda contrastar con las credenciales democráticas.
LA NECESIDAD DE UNA
CONSTITUCIÓN
Desde las jornadas de protestas,
en plena dictadura, se empezó a levantar la propuesta, que no sólo se debía
superar el Régimen de Facto derivado del Golpe de Estado de 1973, sino que
además esto necesariamente se debía plantearse la derogación de la Constitución
impuesta en 1980. Cuando Pinochet, perdió el plebiscito, que bajo esa
Constitución le iban a permitir permanecer a cargo del Poder Ejecutivo. Al
darse paso al proceso de restablecimiento de las Elecciones populares del
presidente y el regreso del Poder Legislativo. En el Programa de Gobierno de la
Alianza Democrática o Concertación, un punto destacado era el llamado a
reemplazar la Constitución, lo que los partidos de gobierno en concomitancia,
con las fuerzas sobrevivientes del pinochetismo, transaron solo en una serie de
reformas, que concedían pequeños espacios democráticos, las más importantes de
1989 y 2005. En esta última se sacó la firma del Dictador de ella, pero sólo se
había avanzado lo que la derecha fue permitiendo en el tiempo.
A pesar de esta reforma, había
sido calificada por los actores políticos, como el término de la transición aún
dejaba incólume el sistema binominal, que permitía a un tercio del Poder
Legislativo, mantener el veto que hacía imposible cualquier cambio realmente
democrático ni menos permitir plantearse la posibilidad de darnos una nueva
Constitución.
Menos de un año después de esta
reforma, en el 2006, se da comienzo de la denominada Revolución, Pingüina,
protagonizada por los estudiantes secundarios, que recibe rápidamente el apoyo
de los demás estamentos de la ciudadanía, la cual reivindica cambios
en la Educación, pero a través de su desarrollo se va planteando que, para
lograr los cambios necesarios y reales, requieren de la derogación de la
Constitución de 1980. A partir de esta movilización, en cada una de las que se
han realizado, por diferentes motivos, Movimiento Feminista, Movilización
Universitaria por gratuidad, No Mas AFP, etc, la consigna nueva Constitución y
Asamblea Constituyente han acompañado las estas convocatorias, como necesarias
para la consecución de las mismas.
Finalmente, el Estallido Social,
del 18 de octubre de 2019, que se detona por un aparente por un hecho pequeño,
como es el alza de $30, en el precio del Metro y derivan en las manifestaciones más concurridas
e impresionantes ocurridas a través de nuestra historia, no sólo en Santiago,
sino replicadas en todo el país en que se amalgaman todas las peticiones
anteriores.
Derivado de estas movilizaciones
y como una manera de encausar el proceso político, que se veía que podía
desembocar en un proceso incontrolable[CFP1] , las mayoría de las fuerzas políticas
representadas en el Congreso Nacional, durante la madrugada del 15 de Noviembre
de 2019, firmaron el Acuerdo por La Paz, que consistía en el compromiso de
hacer las reformas necesaria para convocar a un plebiscito en Abril de este año 2020, para preguntar y
aprobar el inicio de un proceso
constituyente y qué tipo de órgano debiera redactarla: una Convención
Constitucional (Asamblea Constituyente) o una Convención Mixta Constitucional. La primera de 155 integrantes elegidos
íntegramente con las mismas normas que se eligen los diputados en distritos y
cantidades; a esto se le agregó normas que obligan a elegir paridad entre
hombres y mujeres y escaños reservados para pueblos
originarios, que tiene pendiente aún su forma de elección. La segunda compuesta
por la mitad de Diputados en ejercicio y la otra mitad elegida directamente.
HACIA UNA
CONSTITUCIÓN VERDADERAMENTE DEMOCRÁTICA.
Pocas
veces ocurre que un pueblo, en época de
paz, aunque los reniegan del acuerdo,
porque según ellos las protestas fueron una suerte de pie forzado, para lograr
esta convocatoria, pero la verdad es que
es inédito hasta aquí la ciudadanía haya logrado iniciar este camino, sin que
haya habido una revolución o guerra civil o externa, para convocarse a
concordar un nuevo pacto social para erigir la Casa de Todos. A mi entender
dadas las condiciones dadas para su funcionamiento, el plazo acotado de 9 meses,
más una extensión, por una sola vez de noventa días y la obligación de acordar
su contenido y articulado, por 2/3 de los Asambleístas.
Esto por
un lado es una garantía para evitar los excesos y sesgos; pero obligará a
intensas negociaciones entre los diversos actores. Por esta situación se corre
el riesgo de que la misma sea minimalista y básica, postergando para un largo
camino, el completarla después a través de la institucionalidad que nos demos para
ello. Esto a su vez pude ser provechoso dado el devenir social y económico que se
avizora en el porvenir. tanto para Chile como para el Mundo.
Lo
fundamental a mi juicio es que ella proteja adecuadamente a los Ciudadanos, así
como las minorías, en tanto a sus derechos individuales y colectivos,
respetando la diversidad de los mismos, permitiéndoles desarrollarse e
identificarse con el Estado Nación que desarrollemos a partir de la misma.