martes, 8 de septiembre de 2020

El Presente, Un Proceso Constituyente Singular para Chile

EL PRESENTE, UN PROCESO CONSTITUYENTE SINGULAR PARA CHILE

CONTEXTO HISTÓRICO

En el devenir histórico de nuestra nación-país independiente, hemos tenidos a lo largo de 210 años, varios Estatutos, Reglamentos y Cartas Constitucionales, algunas de corta duración y sólo tres que han permanecido largos períodos, destacándose la Constitución de 1833, denominada la Constitución Conservadora, que estuvo en vigencia hasta 1925, ósea 92 años y en su periodo hubieron 3 revoluciones y varios cambios de gobernabilidad, pasando por periodos de Gobiernos Presidencialistas y desde  la revolución de 1891, en  periodos Parlamentarios, en que el ejecutivo lo dirige un Presidente, pero debe contar con la anuencia e intervención del Parlamento.

 La evolución mundial, con la consolidación del Liberalismo, aparición del Marxismos y la Doctrina Social de la Iglesia (Católica), que se manifiesta en Chile, a principio del Siglo 20, en la irrupción de las clases populares,  y la denominada la Cuestión Social, período que se caracteriza por grandes movilizaciones sociales, las cuales son sofocadas a sangre y fuego, en Masacres; entre 1900 y  1925, se ejecutan  al menos  8 masacres de trabajadores (con muertes contadas en al menos 3 de ella, por miles). En este contexto hubo por primera vez  la iniciativa de parte de trabajadores e intelectuales,  por generar una Constitución que tuviera su origen en una Asamblea  Constituyente o "Constituyente Chica", la cual tuvo lugar en Santiago de Chile entre el 8 y el 11 de marzo de 1925, y que perseguía  representar más efectivamente a la población que vivía en este Estado Nación, dado que nuestra vida política era bastante deficitaria, debido que a esa altura, sólo tenían derecho a voto los hombres mayores de 21 años que supieran leer y escribir, razón por lo cual quedaban excluidos mas del 50% de la población susceptible de formar  parte de la Ciudadanía.

En esas condiciones la Élite Político/Militar/Empresarial, desecharon la propuesta de la “Constituyente Chica” y elaboraron la Constitución de 1925, con una Comisión Constituyente nombrada directamente y a dedo por el Presidente de la época Arturo Alessandri Palma,- para conocer de un texto presentado por el mismo- este proceso se realizó entre Abril y Julio de 1925, y ejecutado por una subcomisión de 13 personas, presidida por el propio Alessandri. El texto elaborado de esta manera fue publicado los primeros días de Agosto, plebiscitada el 30 de dicho mes y promulgada el  18 de Septiembre. Esta Constitución estuvo vigente hasta 1980, sólo en la década de 1950, la mujer fue integrada a la Ciudadanía y sólo para la elección presidencial de 1958, se realiza con participación de la mujer y cédula única, lo que permitía terminar con el cohecho y el acarreo de electores. Todos conocemos el origen de la Constitución de 1980, que se elabora y promulga bajo la Dictadura, por lo cual se puede concluir que nunca hemos tenido una Constitución, que se pueda contrastar con las credenciales democráticas.

LA NECESIDAD DE UNA CONSTITUCIÓN DEMOCRÁTICA

Desde las jornadas de protestas, en plena dictadura, se empezó a levantar la propuesta, que no sólo se debía superar el Régimen de Facto derivado del Golpe de Estado de 1973, sino que además esto necesariamente se debía plantearse la derogación de la Constitución impuesta en 1980. Cuando Pinochet, perdió el plebiscito, que bajo esa Constitución le iban a permitir permanecer a cargo del Poder Ejecutivo. Al darse paso al proceso de restablecimiento de las Elecciones populares del presidente y el regreso del Poder Legislativo. En el Programa de Gobierno de la Alianza Democrática o Concertación, un punto destacado era el llamado a reemplazar la Constitución, lo que los partidos de gobierno en concomitancia, con las fuerzas sobrevivientes del pinochetismo, transaron solo en una serie de reformas, que concedían pequeños espacios democráticos, las más importantes de 1989 y 2005. En esta última se sacó la firma del Dictador de ella, pero sólo se había avanzado lo que la derecha fue permitiendo en el tiempo.

A pesar de esta reforma, había sido calificada por los actores políticos, como el término de la transición aún dejaba incólume el sistema binominal, que permitía a un tercio del Poder Legislativo, mantener el veto que hacía imposible cualquier cambio realmente democrático ni menos permitir plantearse la posibilidad de darnos una nueva Constitución.

Menos de un año después de esta reforma, en el 2006, se da comienzo de la denominada Revolución, Pingüina, protagonizada por los estudiantes secundarios, que recibe rápidamente el apoyo de los demás estamentos de la ciudadanía, la cual reivindica    cambios en la Educación, pero a través de su desarrollo se va planteando que, para lograr los cambios necesarios y reales, requieren de la derogación de la Constitución de 1980. A partir de esta movilización, en cada una de las que se han realizado, por diferentes motivos, Movimiento Feminista, Movilización Universitaria por gratuidad, No Mas AFP, etc, la consigna nueva Constitución y Asamblea Constituyente han acompañado las estas convocatorias, como necesarias para la consecución de las mismas.

Finalmente, el Estallido Social, del 18 de octubre de 2019, que se detona por un aparente por un hecho pequeño, como es el alza de $30, en el precio del Metro y   derivan en las manifestaciones más concurridas e impresionantes ocurridas a través de nuestra historia, no sólo en Santiago, sino replicadas en todo el país en que se amalgaman todas las peticiones anteriores.

Derivado de estas movilizaciones y como una manera de encausar el proceso político, que se veía que podía desembocar en un proceso incontrolable[CFP1] , las mayoría de las fuerzas políticas representadas en el Congreso Nacional, durante la madrugada del 15 de Noviembre de 2019, firmaron el Acuerdo por La Paz, que consistía en el compromiso de hacer las reformas necesaria para convocar a un plebiscito en  Abril de este año 2020, para preguntar y aprobar el inicio  de un proceso constituyente y  qué tipo de órgano debiera redactarla: una Convención Constitucional (Asamblea Constituyente) o una Convención Mixta Constitucional.  La primera de 155 integrantes elegidos íntegramente con las mismas normas que se eligen los diputados en distritos y cantidades; a esto se le agregó normas que obligan a elegir paridad entre hombres y mujeres y escaños reservados para pueblos originarios, que tiene pendiente aún su forma de elección. La segunda compuesta por la mitad de Diputados en ejercicio y la otra mitad elegida directamente.

 

HACIA UNA CONSTITUCIÓN VERDADERAMENTE DEMOCRÁTICA.

Pocas veces ocurre que  un pueblo, en época de paz, aunque  los reniegan del acuerdo, porque según ellos las protestas fueron una suerte de pie forzado, para lograr esta  convocatoria, pero la verdad es que es inédito hasta aquí la ciudadanía haya logrado iniciar este camino, sin que haya habido una revolución o guerra civil o externa, para convocarse a concordar un nuevo pacto social para erigir la Casa de Todos. A mi entender dadas las condiciones dadas para su funcionamiento, el plazo acotado de 9 meses, más una extensión, por una sola vez de noventa días y la obligación de acordar su contenido y articulado, por 2/3 de los Asambleístas.

Esto por un lado es una garantía para evitar los excesos y sesgos; pero obligará a intensas negociaciones entre los diversos actores. Por esta situación se corre el riesgo de que la misma sea minimalista y básica, postergando para un largo camino, el completarla después a través de la institucionalidad que nos demos para ello. Esto a su vez pude ser provechoso dado el devenir social y económico que se avizora en el porvenir. tanto para Chile como para el Mundo.

Lo fundamental a mi juicio es que ella proteja adecuadamente a los Ciudadanos, así como las minorías, en tanto a sus derechos individuales y colectivos, respetando la diversidad de los mismos, permitiéndoles desarrollarse e identificarse con el Estado Nación que desarrollemos a partir de la misma.


 [CFP1]